Querido paciente:
Buenas, mi nombre es X, tengo 19 años y soy una estudiante de Matemáticas. Estoy confinada en casa, como la mayoría de los españoles, pero intento ser positiva y llevarlo de la mejor manera posible. Estudio En casa, desde el ordenador, aunque hay días que no me apetece mucho, pero intento ser flexible conmigo misma, aunque no siempre lo consigo. Pese a todo, mi familia y yo estamos bien, tengo la suerte de vivir cerca de unas de mis abuelas y poder llevarle lo que necesite.
He querido escribirle, porque creo que cuando estamos enfermos, todos necesitamos que nos animen, y encima en esta situación de aislamiento, debe ser duro. Quiero que sepa que, NO ESTÁ SOLO. Cuenta con unos maravilloso profesionales que cuidan de usted y seguro que su familia está deseando de vuelva con ellos.
Quiero compartir con usted un pensamiento que a mi me ayuda mucho cuando estoy con ansiedad y no tengo mi mejor día: “ Está sanando a los quebrantados de corazón, y está vendando sus partes doloridas” (Salmos 147:3) Este Salmo me recuerda que Dios se preocupa por nosotros, aunque muchas personas no opinen lo mismo. Le animo a que hable con Él, mediante la oración; sea natural, Él está deseando escucharle y consolarle.
Un saludo y ¡mucho ánimo!
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